Las partes de tu cuerpo están conectadas unas con otras. Si, sabemos que es obvio que sea así porque incluso estas suelen estar interactuando todo el tiempo, es por eso que en ocasiones cuando alguna parte del cuerpo comienza a presentar problemas, si no se atiende a tiempo otras partes también resultan dañadas.
En el mundo de la medicina lo que sobresale son los antibióticos, penicilina, entre otros, y si, nos dan alivio, sin embargo y aunque pocos confían en la eficacia de los métodos chinos, hay unos que están evolucionando y unos que tuvieron gran importancia en el pasado, hoy toman más fuerza para darse a conocer y que los probemos.
Por ejemplo, años atrás se descubrió que presionando algunas áreas del cuerpo se podría influir en otras aun cuando estas no estuvieran aparentemente relacionadas. El conocimiento se obtenía en base a la ciencia y se basaba en las conexiones del sistema nervioso, pero claro, la gente continuaba teniendo sus dudas en cuanto a la efectividad.
Datos muy curiosos e interesantes que descubrieron es que un dolor de garganta podría curarse con una acción bastante cotidiana y sencilla: rascándose la oreja. Si, esto era posible aun sin el uso de tabletas y un sinfín de antibióticos. La explicación que nos daban se basaba en la estimulación de los nervios que se esconden en el oído, mismos que reflejaban un reflejo involuntario en la garganta y calmaban el molesto cosquilleo a través de un espasmo muscular.
Cuando sentimos estrés una consecuencia en ocasiones es un nudo en el estómago o como que algo nos revolotea ahí adentro. Es algo normal y que tienen una solución muy sencilla e interesante. La sabiduría de las generaciones antiguas, compartieron que con el simple hecho de soplar el dedo pulgar era posible calmar esas incomodas sensaciones albergadas en nuestro estómago. Además se regula la respiración y se controla el nervio vago, mismo que frena el ritmo cardíaco. Además, termina calmando las reacciones del organismo.
Es posible aliviar la presión de los senos causada por flema si se presiona la lengua contra el techo de la boca, o también presionando un dedo contra cada ceja.
En la palma de nuestra mano existen varias conexiones nerviosas que el cerebro asocia al dolor proveniente de la cara. Estas se localizan entre el dedo índice y el pulgar.
Lo recomendable es colocar un cubito de hielo en dicha zona, si se tiene dientes sensibles se puede bloquear el mensaje de dolor proveniente de los dientes y se puede empezar a notar una sensación de alivio.
Cuando presionamos las yemas de los dedos directamente sobre una zona quemada, se está minimizando la aparición de cicatrices y ampollas ya que la piel quemada regresa a su temperatura corporal normal de una manera menos impactante para el organismo y la herida se alivia mejor.
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fuente: https://porquenosemeocurrio.net/
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