Tanto los pediatras como los psicólogos están de acuerdo en que el castigo físico causa mucho daño a un niño, tanto física como mentalmente. Según una encuesta, hace 25 años, el 80 % de los padres azotaban a sus hijos. Hoy en día, el 67 % lo hace. Aunque el número está disminuyendo, aún queda un largo camino por recorrer.
En Genial.guru, no podemos permanecer indiferentes en este asunto, así que queremos compartirte algunas revelaciones importantes sobre este tema que tienes que conocer.
Algunas personas ni siquiera sospechan que están abusando de sus hijos
El abuso físico puede tomar muchas formas. La forma más obvia de castigo es azotar a los niños con la mano o con un objeto, como un cinturón o un palo. Pero esta no es la única forma. Otros tipos de abuso físico incluyen sacudir a los niños, tirarlos del cabello, jalarlos de las orejas u obligarlos a permanecer en una posición incómoda.
Las actividades forzadas como lavarse la boca, lavarse las manos o alimentarlos a la fuerza con algo que se niegan a comer son otros actos no tan obvios de abuso físico en los que muchas personas no piensan.
Pero también existen formas de abuso no físico. Estas incluyen amenazar, humillar, menospreciar, asustar a un niño y gritar. Aunque no deja rastro en el exterior, el abuso verbal no es menos dañino para los niños.
Un estudio encontró que los niños que fueron abusados verbalmente antes de los 13 años tenían más probabilidades de tener síntomas depresivos más adelante. Las relaciones generalmente cálidas entre los niños y sus padres no pueden prevenir estos efectos.
El castigo corporal es la forma más común de violencia
En primer lugar, viola los derechos humanos básicos del niño. Pero incluso aparte de eso, les hace daño directo, aumentando el riesgo de lesiones. Incluso una forma “leve” de castigo físico tiene un gran riesgo de intensificarse porque los padres enojados a veces no pueden controlarse.
Se descubrió que los niños maltratados tienden a volverse más agresivos en el futuro. Los azotes tienen las mismas consecuencias, incluso como formas más graves de abuso físico. Según un estudio, esta es la forma más común de castigo físico, y el 54 % de los niños lo experimenta.
Además del daño físico, también arruina la salud mental de un niño
Estas consecuencias se quedan con los niños y los siguen hasta la edad adulta. Numerosos estudios demostraron que el castigo corporal tiene un efecto drástico en la salud mental, provocando ansiedad, depresión, baja autoestima, inestabilidad emocional y diversos trastornos de conducta.
Un estudio, una vez más, demostró que esto es cierto. Las personas que han experimentado mayores cantidades de castigo físico, en promedio, obtuvieron peores calificaciones .
Todavía existen métodos de disciplina que los psicólogos consideran apropiados.
- Tiempo fuera: aísla al niño de la situación durante un par de minutos y déjalo calmarse y pensar en ello. Luego, puedes discutir pacientemente la situación y explicar qué es lo que estuvo mal.
- Quitar un privilegio: no le permitas ver algún dibujo animado por un día o comer dulces.
Según los expertos, estos métodos son efectivos porque tienen un efecto a largo plazo en el comportamiento del niño.
¿Alguna vez te pegaron cuando eras niño? ¿Crees que tuvo un gran impacto en ti? Compártenos tus pensamientos en los comentarios.
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