Una de las cosas más crueles que hemos escuchado durante toda nuestra vida, es la idea de llegar a la etapa de la vejez con mucho temor, esto debido al deterioro que puede sufrir nuestra salud y no solo eso, se ha dicho que en esta etapa de la vida, la soledad es muy cruel.
Así lo ha comentado Isabel Méndez Jiménez, una madre mexicana de 97 años que ha sido abandonada por sus 16 hijos. Conozcamos los detalles de esta historia a continuación…
Isabel Méndez Jiménez, es una abuela mexicana de 97 años que se gana la vida vendiendo tejidos de manteles por las calles de Oaxaca para poder mantenerse. También ha comentado a través de una entrevista que solo vive con sus gatos perros, ya que ha sido abandonada por sus 16 hijos, quienes no la han visitado por años.
LA MADRE ASEGURA QUE SUS 16 HIJOS NO HAN IDO A VERLA
En la entrevista realizada por el creador de contenidos Jaime Toral, la madre no pudo contener las lágrimas, esto debido a que no sabe si alguno de sus hijos se preocupa o piensa en ella. Además, esta madre detalló que desde que sus 16 hijos se casaron se olvidaron de ella para siempre, ya que ninguno se ha tomado el tiempo de visitarla o llamarla para saber cómo esta de salud.
“Ya los hijos se casaron, todos con mujeres de afuera. Y como son mujeres de afuera, apoyan a sus mamás, su familia de ellos, de las mujeres”, le comentó Isabel Méndez Jiménez al creador de contenidos Jaime Toral.Por otra parte, la anciana de 97 años ha revelado que se gana la vida vendiendo manteles tejidos en las calles de Oaxaca, con lo poco que gana puede comprar tortillas y carne. Además, también se ha dado a conocer por sus ricos frijoles molidos que suele vender los fines de semana.
En cuanto a sus 16 hijos, ha comentado que ha comenzado a aceptar la idea de que se han olvidado de ella para siempre.“Ellos se olvidaron de mí. El día que yo me muera, ellos me van a enterrar, mejor aquí me muero como quiera, ya estoy cerca del panteón.
Mi hija dice que va pedir apoyo del pueblo, así es mi vida. Me da tristeza porque de tantos hijos para ellos yo no vivo, quedé viuda a mis 33 años, me fui a trabajar a México y Chicago para mandarles a mis padres que me ayudaban con mis hijos” Comentó la madre con lágrimas en sus ojos.
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