Para el 35 por ciento de los adultos Estadounidenses que batallan a diario con la obesidad, las principales causas de su condición son muy familiares: una dieta poco saludable, un estilo de vida sedentario y tal vez algo de mala suerte en los genes. En los últimos años, sin embargo, los investigadores se han vuelto cada vez más convencido de que importantes jugadores ocultos, literalmente, se esconden en humanos entrañas: miles de millones sobre miles de millones de microbios y/ó bacterias del intestino,
Nuevas evidencias indican que las bacterias del intestino alteran la forma en que almacenamos grasa, cómo se equilibran los niveles de glucosa en la sangre, y cómo respondemos a las hormonas que nos hacen sentir hambre o llenos.
Estudio Cientifico Sobre Las Bacterias del Intestino
Los científicos comenzaron su estudio buscando cuatro pares de gemelos en los que unos fuera obeso y otro delgado. Después, implantaron sus bacterias en ratones, que fueron criados en condiciones controladas. Todos los ratones fueron alimentados exactamente con la misma dieta, pero los ratones que tenían los microbios de la obesidad crecieron más gordos que los que recibieron los microbios de la delgadez. Además, su metabolismo también cambió.
Los investigadores han sabido por mucho tiempo que el cuerpo humano es el hogar de todo tipo de microorganismos, pero sólo en la última década han llegado a darse cuenta de que estos microbios superan en número a nuestras propias células de 10 a uno.
Cada uno de nosotros comienza a ensamblar una única congregación de microbios en el momento que pasamos a través del canal de parto, la adquisición de nuestras primeras bacterias madre y luego el seguir adquiriendo nuevos miembros desde el medio ambiente a lo largo de la vida. Mediante el estudio de los genes de varios de estos microbios—que se refiere colectivamente como el microbioma—los investigadores han identificado la mayoría de los residentes, aunque estos pueden variar mucho de persona a persona y entre diferentes poblaciones humanas,
Muchos de los científicos que trabajan en el microbioma creen que su investigación va a inspirar a una nueva generación con estas nuevas herramientas para tratar y prevenir la obesidad. Aún así, los investigadores se apresuran a señalar que este es un campo joven, con más preguntas que respuestas.
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