Parte de los aspectos negativos que trae consigo el consumo de pollo, está relacionado con su proceso de crecimiento, ya que los mismos son criados por su carne y son hacinados en enormes galpones, también alimentan con grandes cantidades de antibióticos y medicamentos
para mantenerlos con vida bajo condiciones que de otro modo los matarían, estos antibióticos hacen que los pollos crezcan tan grandes y tan rápido que a menudo quedan lisiados por su propio peso.
En los criaderos de pollo estos animales son expuestos a grandes cantidades de hormonas y antibióticos para acelerar su crecimiento y por ende apresurar su comercialización, recientemente se hizo viral una historia que dejó sorprendido a más de uno sobre todo a las mujeres.
“Una amiga mía recientemente tuvo un crecimiento en su vientre y se sometió a cirugía para extirpar un quiste. El quiste eliminado estaba lleno de una sangre de color oscuro. Ella pensó que se recuperaría después de la cirugía, pero estaba en muy mal estado. Dio una recaída unos meses después de la cirugía. Ella fue a su ginecólogo para una consulta. Durante su consulta, el médico hizo una pregunta que la desconcertó. Se preguntó si consumía con frecuencia las alas de pollo y ella respondió que sí, preguntándose cómo sabía de sus hábitos alimenticios”.
La historia recorrió el mundo en pocas horas y volvió a saltar a la palestra pública aquellos aspectos que muchos consideraban un mito, ¿Será posible que el consumo de pollo y especialmente de sus alas pueda ser perjudicial para la salud?.
fuente: https://www.remedioscaserosdehoy.net
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