Aquí se explica cómo cultivar fácilmente jengibre en casa para tenerlo sin fin.

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El jengibre es una planta aromática y medicinal ampliamente utilizada en la cocina y en la medicina tradicional. Afortunadamente, es bastante sencillo de cultivar en casa y disfrutar de un suministro constante de esta raíz deliciosa y saludable. A continuación, te presentamos los pasos para cultivar jengibre en casa y tenerlo sin fin.

  1. Obtén un rizoma de jengibre: Para comenzar tu cultivo de jengibre, necesitarás obtener un rizoma fresco de jengibre. Puedes encontrarlo en tiendas de alimentos saludables, mercados locales o incluso en el supermercado. Elige un rizoma de jengibre fresco y saludable que tenga brotes o “ojos”.
  2. Prepara el rizoma para la siembra: Antes de plantar el rizoma de jengibre, remójalo en agua durante unas horas para hidratarlo y activar el crecimiento. Luego, corta el rizoma en trozos más pequeños, asegurándote de que cada trozo tenga al menos un brote.
  • Prepara el sustrato: El jengibre prefiere un suelo suelto y bien drenado. Prepara una maceta o contenedor con una mezcla de tierra de jardín y compost en proporciones iguales. Asegúrate de que el recipiente tenga buen drenaje para evitar el encharcamiento de agua.
  • Planta los trozos de rizoma: Coloca los trozos de rizoma de jengibre en la superficie del sustrato, con el brote hacia arriba. Cubre ligeramente los trozos con una capa delgada de tierra, pero asegúrate de que los brotes sigan siendo visibles.
  • Proporciona las condiciones adecuadas: El jengibre prefiere un ambiente cálido y húmedo. Coloca la maceta en un lugar con luz indirecta, lejos de corrientes de aire frío. Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero evita el exceso de riego que pueda provocar el encharcamiento.
  • Mantén el jengibre en crecimiento: A medida que el jengibre crece, sigue regando regularmente y mantén el sustrato húmedo pero no empapado. Asegúrate de proporcionarle suficiente luz, pero evita la exposición directa al sol intenso, ya que puede quemar las hojas.
  • Cosecha el jengibre: El jengibre generalmente tarda de 8 a 10 meses en estar listo para la cosecha. Cuando las hojas comiencen a marchitarse y amarillear, es señal de que el jengibre está maduro. Para cosecharlo, retira la planta del suelo y sacude suavemente el exceso de tierra. Corta la cantidad necesaria de jengibre y vuelve a plantar los trozos restantes para continuar con el ciclo de cultivo.
  • Repite el proceso: Después de cosechar el jengibre, puedes repetir el proceso para seguir cultivando más. Reutiliza los trozos de rizoma que hayas dejado en la maceta anterior y sigue proporcionando las condiciones adecuadas para que crezcan nuevos brotes y puedas disfrutar de un suministro continuo de jengibre fresco en casa.

El cultivo de jengibre en casa es una forma gratificante de obtener esta raíz sabrosa y saludable siempre a mano. Además, el jengibre es una planta resistente y fácil de cuidar, por lo que no requiere de grandes esfuerzos para su cultivo. Sigue estos pasos y pronto podrás disfrutar de la satisfacción de cosechar tu propio jengibre fresco y utilizarlo en una variedad de platos y preparaciones culinarias. ¡Aprovecha esta oportunidad y cultiva jengibre en casa para tenerlo sin fin!

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