Los calabacines, también conocidos como zapallos, son vegetales pertenecientes a la familia de las cucurbitáceas, al igual que las calabazas y los pepinos. Son cultivados por sus frutos, que se consumen como verduras. Los calabacines tienen una forma similar a la de un pepino alargado y su piel es generalmente lisa y brillante, de color verde claro o oscuro, aunque también existen variedades amarillas y de otros colores.
Los calabacines tienen una carne tierna y suave, y se pueden comer crudos, cocidos o preparados de diversas formas. Son muy versátiles en la cocina y se utilizan en una amplia variedad de platos, como sopas, guisos, salteados, rellenos, fritos y en preparaciones a la parrilla. Tienen un sabor suave y delicado, por lo que son un ingrediente popular en muchas recetas.
Además de ser deliciosos, los calabacines son una fuente de nutrientes beneficiosos para la salud. Son bajos en calorías y grasas, y contienen vitaminas como la vitamina C, vitamina A y vitamina K, así como minerales como el potasio y el magnesio. También son ricos en fibra, lo que contribuye a una buena digestión.
CUAL ES LA MANERA CORRECTA DE PLANTAR LOS CALABACINES
Paso 1: Preparación del suelo Prepara el suelo donde planeas sembrar los calabacines. Asegúrate de que el suelo esté suelto, bien drenado y enriquecido con materia orgánica. Puedes incorporar compost o abono bien descompuesto para mejorar la calidad del suelo.
Paso 2: Elección de las semillas Elige las semillas de calabacín que deseas sembrar. Hay diferentes variedades disponibles, así que elige aquellas que se adapten a tus preferencias y condiciones de cultivo.
Paso 3: Germinación de las semillas Puedes germinar las semillas de calabacín en interiores o sembrarlas directamente en el suelo del jardín. Si optas por la germinación en interiores, llena bandejas de semillas con tierra para macetas y coloca una semilla en cada celda. Mantén el suelo húmedo y cálido hasta que las plántulas emerjan.
Paso 4: Preparación de las camas o surcos Si decides sembrar directamente en el jardín, prepara camas o surcos en el suelo. Haz surcos de alrededor de 2 centímetros de profundidad y separados por unos 90 centímetros.
Paso 5: Siembra de las semillas Si estás sembrando directamente en el jardín, coloca una o dos semillas en cada surco, separadas por unos 60 centímetros. Si germinaste las semillas en interiores, espera a que las plántulas tengan de 2 a 3 hojas verdaderas antes de trasplantarlas al jardín. Coloca las plántulas en los surcos y cúbrelos con tierra suavemente.
Paso 6: Riego y cuidado de las plantas Riega las semillas o plántulas de calabacín de manera regular para mantener el suelo húmedo, pero no empapado. Evita mojar las hojas en exceso para prevenir enfermedades. A medida que las plantas crecen, puedes aplicar mantillo alrededor de ellas para ayudar a conservar la humedad y controlar las malezas.
Paso 7: Fertilización Aplica un fertilizante equilibrado una vez que las plantas hayan comenzado a desarrollarse. Sigue las instrucciones del fabricante para la dosificación adecuada. Además, si el suelo no es muy fértil, puedes realizar aplicaciones adicionales de fertilizante durante la temporada de crecimiento.
Paso 8: Control de plagas y enfermedades Mantén un ojo vigilante en tus plantas de calabacín y toma medidas para controlar las plagas y enfermedades, si es necesario. Puedes utilizar métodos orgánicos como la rotación de cultivos, el uso de insecticidas naturales o la eliminación manual de plagas.
Paso 9: Cosecha Los calabacines están listos para ser cosechados cuando alcanzan un tamaño adecuado. Generalmente, se recolectan cuando tienen de 15 a 20 centímetros de largo, antes de que la cáscara se vuelva dura.
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