Con el paso de los años, es muy común notar la formación de pequeñas grietas en las paredes de la casa . Son sencillos de reparar, incluso con bricolaje, pero primero hay que saber si se trata de una simple grieta o de un problema más grave.
Las grietas pueden ser superficiales, es decir abiertas sobre el revestimiento o sobre la pintura interior debido al desgaste de los materiales, y por tanto ser inofensivas.
Sin embargo, hay que diferenciarlas de grietas más profundas, provocadas por tanto por daños en la estructura de nuestra casa y que por tanto requieren la atención de un profesional.
Teniendo esto en cuenta, ahora quizás te preguntes si puedes reparar tú mismo la grieta de la pared o si debes acudir a un profesional. Si decide hacerlo usted mismo, necesitará los siguientes materiales:
- Guantes de goma
- máscara de protección
- Lámina de plástico
- Papel de lija
- Espátula lisa, también de plástico.
- Cepillar
- Estuco para paredes
Procedimiento :
- Coloque la lona alrededor del lugar de trabajo. Esto evitará que el polvo o la lechada caigan al suelo.
- Utilice mascarilla y guantes.
- Utilice la espátula para deshacerse de los trozos grandes de lechada y pintura que se desprenden fácilmente.
- Con el cepillo asegúrate de eliminar hasta el más mínimo residuo y polvo. Esta operación es importante para facilitar la adherencia de la lechada.
- Aplica la masilla poco a poco, asegurándote de rellenar bien la grieta.
- Con la llana lisa, intente aplicar la lechada de manera uniforme, introduciéndola en la grieta y alisando la superficie.
- Deje secar la lechada de 24 a 48 horas (o el tiempo indicado en el paquete).
- Finalmente, utiliza la lija para suavizar las imperfecciones y pintar la pared.
Ahora que ya sabes cómo reparar una grieta en una pared , prueba este consejo para conseguir una pared nueva.
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