Se sabe que durante siglos la psoriasis ha representado un reto para los dermatólogos y que han sido numerosas las investigaciones para tratar de descubrir la alteración bioquímica primaria que conduce a esta dermatosis hiperproliferativa, sin embargo esto sigue siendo difícil de determinar, por lo que se considera hasta el presente de causa desconocida.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel, que ocasionalmente también afecta a las articulaciones, y que provoca enrojecimiento, descamación, dolor e hinchazón. Puede manifestarse con diferente intensidad a lo largo de la vida y no es contagiosa.
En España afecta al 2 por ciento de la población y aparece principalmente entre los 15 y los 35 años, aunque también puede manifestarse en niños y personas mayores.
La psoriasis comienza en el sistema inmunológico, concretamente en los linfocitos T. Estas células se activan de forma indebida y originan diferentes respuestas celulares, como la proliferación y dilatación de los vasos sanguíneos.
En el resto de las personas el recambio celular de la epidermis ocurre dura 30 días. Sin embargo, en los pacientes psoriásicos, dura cuatro días. Este hecho provoca que se acumulen en la superficie originando placas de piel gruesa, descamada y rojiza que producen picor o dolor.
Síntomas
La psoriasis puede manifestarse de forma lenta o aparecer de forma repentina. Además, los síntomas pueden desaparecer durante un periodo de tiempo y volver a aparecer.
Las manifestaciones más habituales son lesiones cutáneas en forma de placas cuyo tamaño puede variar y que se caracterizan estar enrojecidas y recubiertas por escamas blanquecinasde forma y tamaño diferentes, algunas pueden tener el tamaño de la uña del dedo meñique, pero otras pueden extenderse hasta cubrir grandes superficies del cuerpo, adoptando una forma de anillo o espiral.
Las ubicaciones más frecuentes son los codos, las rodillas, el cuero cabelludo, la espalda y las nalgas.
Se estima que entre un 1 y un 3% de la población sufre de psoriasis. Si bien puede aparecer a cualquier edad, suele hacerlo entre los 15 y los 35 años, con un pico máximo de incidencia en la segunda década. Afecta por igual a ambos sexos, aunque es más precoz en mujeres, y en personas con antecedentes familiares. Por otro lado, no existe relación entre psoriasis y cáncer de piel (no maligniza).
La descamación puede ser confundida con caspa grave, pero las placas características de la psoriasis, que mezclan áreas escamosas con otras completamente normales, la distinguen de la caspa. La psoriasis también puede aparecer alrededor y debajo de las uñas, que aumentan de grosor y se deforman. Las cejas, las axilas, el ombligo y las ingles también pueden resultar afectados.
Otros síntomas menos frecuentes son:
-Dolor.
-Lesiones genitales en los hombres.
-Modificaciones en las uñas que van desde el color (tonalidades entre el amarillo y el marrón), grosor (más gruesas y el desprendimiento y separación de la piel).
-Caspa.
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