Una de las grandes disyuntivas cuando vas de viaje es pensar en donde guardaras tu dinero, para que no corras el riesgo de que te lo roben.
Hay quienes tienen técnicas muy buenas, pero en esta ocasión vamos a compartir unas que no te fallaran la próxima vez que viajes y seguramente estarás más seguro viajando de esta manera.
Lee con mucha atención los trucos, de esta manera la próxima vez que viajes no tendrás que andar tan preocupado. ¡Atentos!
Dónde esconder tu dinero durante un viaje
En primer lugar, lo más obvio: En el supermercado, no pongas tu billetera, cartera, o el bolso en el carro o carretilla de los productos. Te pueden robar, porque los bandidos rara vez trabajan solos, y luego… ¡Es solo cuestión de técnica!
¡No cuentes el dinero delante de la gente, a la vista de todos! En ningún caso, te pongas a buscar en el bolso el dinero para pagar el viaje o las compras. Mejor, distribuye de antemano las sumas deseadas en diferentes bolsillos.
A menudo, nos cuesta decidir dónde esconder dinero para el viaje, sobre todo cuando se trata de una suma sustancial… Bueno, hay un súper método para esto. ¡Utiliza un paquete de compresas higiénicas! ¿Por qué? Pues, porque este método funciona perfectamente y es muy fácil de usar.
Verás, por lo general, los ladrones roban un bolso, con la esperanza de hallar dentro dinero o cosas de valor. A nadie se le ocurriría agarrar un paquete de compresas de tu bolsillo, eso no está en la mente de un ladrón. Miles de personas, de esta forma, se han salvado de un atraco.
Y esta técnica no es cosa de ahora, ya lleva usándose por cientos de años. El dinero puede ocultarse en la ropa interior, en un bolsillo especial cocido al sujetador, por ejemplo.
Podrías pensar: «Para eso están las tarjetas de crédito, ya casi nadie lleva grandes sumas de dinero consigo». Sin embargo, no todo el mundo tiene acceso a una cuenta bancaria. Personalmente, conozco a una mujer que viajó con una enorme cantidad de dinero, escondido en el interior de su sujetador. Ella regresó a casa, desde otro país, con el dinero ganado por un trabajo duro, y no tenía otra salida que traerlo en efectivo.
Mi madre siempre decía que aquel, a quien le alcanzaba el dinero, era una persona feliz, y no aquel que tenía mucho dinero. Por supuesto, cuando era más joven, no entendía esa expresión, pero con el tiempo comprendí la sabiduría que encerraban esas palabras.
fuente: https://universonatural.social
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